
Este arte milenario japones pone en valor muchos de los pensamientos que tenemos frente a los acontecimientos que hoy 15 de diciembre de 2020 vivimos. De momento ” hemos sobrevivido al 100 `por 100 de nuestras peores pruebas”. En las grandes crisis es donde realmente nos podemos ver. Quien somos y hacia donde nos queremos dirigir ahora.
Estas son dos preguntas que deberíamos hacernos en cada momento de duda, recobrar el animo y caminar hacia donde nos marquemos. ” No se puede deshacer lo pasado”.
En ocasiones cuando tengo la oportunidad de ayudar a empresas de hostelería a canalizar sus negocios hacia la dirección organizada, aquella que toca todos los puntos importantes de una fábrica tan compleja como es un restaurante, donde todos los procesos se ejecutan a la vez y en el mismo momento. Ves como espectador objetivo las deficiencias que no se aprecía, por falta de tiempo o dedicación. Nos centramos en lo visible a cualquier ojo, pero obviamos lo invisible, aquello que solo se ve con el corazón, como decía el principito.

El verdadero valor tanto de las personas como de las empresas radica no en sus posesiones sino en su manera de ser, en su forma de ser recordado, marca o persona, o las dos juntas. Las marcas las creamos las personas. Sería bueno aprovechar este momento para reiniciar un camino distinto en el sector, un camino que de valor a lo intangible. Aquellos detalles que nos hacen volver a un sitio indistintamente de el precio de sus platos. Aquello que nos recuerde una experiencia que no se puede comprar con elementos materiales.
Pero para iniciar camino en esta línea debemos cambiar nuestra forma de pensar y de hacer las cosas en hostelería. Todo ha cambiado. Muchos locales seguirán apostando por la línea de batalla baratera, otros no cambiaran nada porque ya les iba bien como estaban.

Pero esos pocos visionarios que saben que los cambios siempre son una nueva oportunidad para hacer las cosas de forma distinta y organizada, esos son los que el día de mañana después de muchos años se mantiene y siguen cambiando. Los que valoran todos aquellos departamentos que componen sus empresas. Sus equipos, su forma de trabajar, lo que gastan, y lo que invierten.
“No podemos resolver nuestros problemas con el mismo nivel de consciencia que con el que los creamos”. Albert Einstein.

Así es la vida caerse siete veces y volver a levantarse ocho.